DOFLEINI

DOFLEINI, la pyme modelo del gobierno cubano

Ilustración: Julio Llópiz-Casal.

Cuando se habla de empresa privada exitosa, la prensa oficial cubana casi siempre echa mano a DOFLEINI SOFTWARE, forma de gestión no estatal dedicada al desarrollo de software. Sin embargo, lo mismo sucedía cuando se hablaba de emprendimientos y “trabajo por cuenta propia”, y el gobierno ni siquiera había permitido la creación de Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES. Al menos en los últimos tres años, DOFLEINI ha sido la joya en la vitrina del Estado ante el mundo, la empresa que da fe de la buena voluntad del poder político de respetar la propiedad privada y la capacidad emprendedora de los ciudadanos.

El pasado 15 de octubre, DOFLEINI se constituyó como la primera empresa no estatal cubana en sindicalizarse. Dos días antes, había sido la primera empresa privada reconocida oficialmente como tal en el país. Meses atrás, este negocio se jactaba de poder exportar legalmente sus productos y servicios, mientras se lamentaba por tener en el embargo estadounidense la única limitante para su desarrollo… Al parecer, el historial de DOFLEINI ha sido marcado por sus siempre buenos resultados. Su crecimiento se impone a la crisis del país, de la misma manera en que se impuso a las regulaciones dogmáticas que durante años han limitado la libertad de empresa en Cuba. Para conocer la fórmula de este éxito, tal vez solo baste conocer su historia.

Un anexo de la Unión de Informáticos de Cuba

DOFLEINI se fundó en 2016, el mismo año en que, oficialmente, se constituyó la Unión de Informáticos de Cuba (UIC). La UIC es una falsa ONG cubana que, en teoría, reúne a informáticos y programadores del país. No es una organización independiente, puesto que se subordina directamente al Ministerio de las Comunicaciones (MINCOM) y es, según Ailyn Febles –su presidente nacional- “un sueño de Fidel Castro”, cuya base es “la unidad de sus miembros en el apoyo al proyecto social de la Revolución”.

 Al acto de creación de la UIC asistió el entonces vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, así como funcionarios del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y del MINCOM. En este evento, un joven graduado de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), Carlos Miguel Pérez Reyes, fue reconocido como miembro del Consejo Nacional de la UIC y presidente de esta asociación en La Habana. Pérez Reyes es también el presidente y fundador de DOFLEINI.

Los vínculos entre este emprendimiento, ahora empresa, y la UIC, han sido desde entonces muy estrechos. DOFLEINI, por ejemplo, tiene en su portafolio de proyectos la creación y mantenimiento de la página web de la UIC. Además, lleva también el portal digital de Co-Lab, un proyecto de la UIC, que fue financiado por la Unión Europea con 450 mil euros. Este dinero, según una investigación publicada por YucaByte, forma parte de un entramado sistema de escape de capital europeo que debiera servir para apoyar a la sociedad civil cubana, sin embargo, termina siempre en manos del gobierno mediante falsas ONG.

Los vínculos entre DOFLEINI, la UIC y el régimen cubano, en ocasiones demuestran ser más políticos que de negocios. El eje de esta relación es Carlos Miguel Pérez Reyes, una figura de éxito del emprendimiento en la Isla, quien no tiene problemas para afiliarse al discurso oficial, aunque se trate de campañas difamatorias contra miembros de la sociedad civil.

A finales del pasado año, a raíz de la huelga del Movimiento San Isidro y de la protesta  del 27 de noviembre frente a la sede del Ministerio de Cultura (MINCULT), Pérez Reyes apareció como autor del texto que marcaba la posición de la UIC ante tales hechos. En calidad de miembro del Consejo Nacional de esta organización y máximo representante en La Habana, escribió la Declaración de la Unión de Informáticos de Cuba ante las manipulaciones, provocaciones e injerencia del gobierno de Estados Unidos, que pretenden desestabilizar la Revolución cubana.

“Abrazamos la rica historia heredada de nuestros héroes y mártires, y en particular el pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro sobre la informática, y nos declaramos continuadores y fieles a la generación histórica de la Revolución cubana (…) Continuaremos desarrollando nuestra actividad al lado de nuestro Partido [Comunista de Cuba] (…) Compartimos las palabras de nuestro presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez cuando expresó: ‘(…) aquí hay espacio de diálogo para todo lo que sea por el socialismo y por la Revolución’. “

Mientras el fundador de DOFLEINI escribía esto, varios activistas eran violentados por la policía política tras la realización de una huelga de hambre y sed, a la vez que cientos de artistas eran cercados por fuerzas represoras, solo por exigir a las autoridades culturales el respeto al disenso y a la libertad de expresión y creación.

Emprendedor ejemplar

Carlos Miguel Pérez Reyes es el emprendedor modelo del gobierno cubano. Ya sea para divulgar la idea de que en Cuba se respeta la propiedad privada o para denunciar que es el embargo -y no las limitantes impuestas por el Estado- quien atenta contra el desarrollo del “cuentapropismo”, su rostro es el más visible, al menos en lo que a TIC refiere.

En abril de 2021, previo al 8vo Congreso del PCC, Díaz-Canel y otros miembros del gobierno y del PCC se reunieron con trabajadores por cuenta propia, cooperativistas no agropecuarios y directivos de empresas estatales. Pérez Reyes fue entonces invitado, en representación de los emprendimientos tecnológicos, a participar en un evento donde se dejó claro que el régimen siempre ha pretendido, y pretenderá, mantener bajo su absoluto control ideológico cualquier iniciativa económica privada. El evento, en resumen, sirvió para reafirmar la obligada dependencia de los emprendimientos al Estado.

En la reunión, Díaz-Canel insistió en el hecho de que las limitantes del emprendimiento en Cuba eran resultado embargo estadounidense, un discurso del que el fundador de DOFLEINI se haría unos de sus rostros propagandísticos más comunes. El presidente cubano, además, estableció que el sector no estatal tenía el deber de aportar al “desarrollo socialista del país”, lo cual implica que su principal aporte debe ser “complementar al sector estatal de la economía”. Se habló también de la posibilidad de permitir antes del cierre de año la conformación de MIPYMES, sin embargo, bajo normas muy precisas. En palabras de Díaz-Canel: “La Revolución no va a entregar al sector no estatal al enemigo. El sector estatal es nuestro.”

El pasado 8 de noviembre, a nombre de DOFLEINI, Pérez Reyes suscribió una misiva pública dirigida al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la cual decenas de emprendedores y empresarios cubanos exigieron el fin del embargo. La carta explica que el sector privado solo busca trabajar y no verse en la necesidad de emigrar “para tener un trabajo gratificante y prosperidad económica”, algo que, según los firmantes, solo es impedido por el embargo. Además, elogia los pasos que ha dado el gobierno cubano en materia de reconocimiento de la iniciativa privada, y reconoce que solo necesitarían permiso para recibir inversión extranjera, especialmente de los cubanoamericanos. Las llamadas formas de gestión no estatales no se miden a la hora de exigir públicamente al gobierno estadounidense, mientras que, del gobierno cubano, solo pretenden “esperar” nuevas aperturas.

La lógica de esta misiva ha sido la aplicada por la campaña gubernamental anti-embargo #ElBloqueoTambiénEsUnVirus, de la cual Carlos Miguel Pérez Reyes es una de sus figuras más visibles. El pasado 23 de junio, por ejemplo, el fundador de DOFLEINI fue invitado al espacio televisivo oficial Mesa Redonda, donde declaró que el embargo afectaba a su emprendimiento al impedirle, principalmente, acceder al mercado estadounidense y a tecnologías imprescindibles, como computadoras sofisticadas. Pérez Reyes, sin venir a cuento, dedicó su tiempo en pantalla también para elogiar la efectividad de los candidatos vacunales cubanos contra la Covid-19, sin embargo, obvió decir que era el propio gobierno cubano quien aún se negaba a reconocer MIPYMES en el país.

En sus intervenciones en la campaña #ElBloqueoTambiénEsUnVirus, impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), Pérez Reyes reconoció que DOFLEINI fue la primera forma de gestión no estatal cubana en exportar software, específicamente a Europa. La posibilidad de exportar sin constituirse como empresa y el mensaje de que solo el embargo frenaba el desarrollo de su negocio, incomodó a varios emprendedores tecnológicos y programadores de la Isla, quienes le recordaron algunas trabas impuestas por el propio gobierno cubano. Una de ellas, el haber congelado las licencias de programadores de equipos de cómputo durante más de tres años.

La empresa modelo

Aunque algunos se sorprendieron por el hecho de que DOFLEINI exportara sus productos y servicios sin ser una empresa, no había nada de lo que asombrarse. En julio de 2020, el gobierno cubano había ofrecido esta opción a los emprendimientos del país, siempre y cuando lo hicieran mediante cualquiera de las 37 entidades estatales con permiso para ejercer actividades de comercio exterior. DOFLEINI, por su parte, lo hizo a través de la empresa estatal DESOFT en octubre de 2020.

Un año después de obtener licencia de exportación, específicamente el pasado 7 de octubre, DOFLEINI fue invitada a la Primera Jornada Económico-Productiva Cuba 2021. En este evento, organizado por la Cámara de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), se reconocieron los aportes de las formas de gestión no estatales al desarrollo comercial de la Isla. Según datos ofrecidos por las autoridades presentes, el sector privado había logrado hasta entonces unos 98 contratos de exportación firmados por un valor de 15.3 millones de dólares, mientras que en materia de importación firmaron contratos por un valor total de más de 83.8 millones de dólares. Al final del evento, Carlos Miguel Pérez Reyes, en nombre de DOFLEINI, recibió una mención por su participación a manos del ex espía cubano y vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), Ramón Labañino.  

Mientras se desarrollaba el evento, el 13 de octubre, DOFLEINI fue seleccionado como el primer emprendimiento cubano en ser reconocido oficialmente como empresa. En su caso específico, le otorgaron la categoría de mediana empresa. A su acto de constitución asistió Oscar Manuel Silvera Martínez, ministro de Justicia de Cuba, así como varios medios oficiales, incluyendo Cubadebate. Incluso, el propio Miguel Díaz-Canel les felicitó en Twitter.

DOFLEINI, además, fue seleccionada entre las cinco empresas con licencia de exportación que conformaron las primeras 22 constituidas como tal en el sector de las TIC. Las restantes cuatro fueron INGENIUS, PYXEL SOLUTIONS, LOMBAO STUDIO y GUAJITECH. Todas compartían entre sí, al menos, el haber mantenido una estrecha colaboración durante los años anteriores con empresas estatales. En el caso de DOFLEINI, esta colaboración se mantiene.

Entre los proyectos de DOFLEINI está la creación de una app para la venta mayorista, por parte del Ministerio de la Agricultura (MINAG), de insumos y equipamiento agrícola en Moneda Libremente Convertible (MLC); el diseño de sistemas gestión de preparación de cuadros del MINAG y de una “sala situacional” para ACOPIO; así como la gestión y el mantenimiento de portales web para LabioFam, la distribuidora de equipos Volvo en la Isla, el sistema de las Naciones Unidas en Cuba, entre otros.

A tan solo dos días de haberse constituido como la primera empresa privada cubana, DOFLEINI se convirtió también en la primera empresa no estatal en sindicalizarse. Este mérito le fue concedido en el acto por la celebración del 50 aniversario del Sindicato Nacional de los Trabajadores de las Comunicaciones, la Informática y la Electrónica (SNTCIE), al cual ahora pertenece.

A la sindicalización oficial de DOFLEINI asistieron funcionarios de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y del MINCOM. También estuvo presente Marisol Fuentes Ferrer, quien, además de secretaria general del SNTCIE, es miembro del Comité Central del PCC.  Nuevamente, el ex expía Ramón Labañino felicitó a DOFLEINI. También lo hizo la viceministra de Comunicaciones Grisel Reyes, quien dio la bienvenida a la joven empresa al MINCOM. Dicha bienvenida, en realidad, resulta una verdad a medias dada la responsabilidad de Carlos Miguel Pérez Reyes como miembro del Consejo Nacional de la UIC. Grisel Reyes, además, aseguró en la red social Twitter que DOFLEINI cuenta con muchos trabajadores formados en la UCI, “por lo que su futuro tiene que ser con el futuro de la Revolución”.

Sin embargo ¿se ha sindicalizado realmente DOFLEINI? ¿Asumirá esta empresa los derechos y deberes que implica, de acorde a los estándares internacionales, pertenecer a un sindicato?

Los sindicatos reconocidos por el gobierno cubano, todos integrantes de CTC, no pocas veces han sido cuestionados por su falta de independencia y su subordinación a los intereses del poder político. En 2003, por ejemplo, una comisión de expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó una “observación”, en la cual acusaba a la CTC de limitar la libertad sindical en Cuba. Desde La Habana, la respuesta fue una reafirmación de que, fuera de la CTC, ninguna organización sindical cuenta con reconocimiento legal de algún tipo.

La CTC, en verdad, es un apéndice del PCC. Carece de representatividad y sus líderes solo responden a los intereses del régimen, en detrimento de los reclamos y necesidades de los trabajadores.-declaró Iván Hernández Carrillo a YucaByte.

Hernández Carrillo es el secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC). En marzo de 2021, la OIT aprobó por primera vez una denuncia de esta asociación a causa de la persecución y la represión ejercida sobre sus miembros por parte del gobierno cubano. La ASIC, además, denunció la falta de libertad de asociación en la Isla. La OIT, con sede en Ginebra, exigió al gobierno que se abstuviera de restringir los derechos de los líderes y afiliados de la ASIC a organizar y ejercer libremente sus actividades sindicales, incluso cuando estas fueran celebras fuera del país. La Habana, nuevamente, respondió argumentando que ninguna organización sindical fuera de la CTC sería reconocida en la Isla.

Los sindicatos son creados para asegurar condiciones dignas de trabajo, protección laboral y general, todo a través de la unidad y la capacidad de negociación colectiva. Los objetivos de los sindicatos es representar a los trabajadores en las diversas instancias de la negociación colectiva y hacer valer su cumplimiento, velar por el cumplimiento de las leyes del trabajo o la seguridad social y denunciar sus infracciones ante las autoridades administrativas o judiciales. También deben prestar ayuda a sus asociados y promover la capacitación gremial, técnica y general de sus integrantes.– explicó Hernández Carrillo.

Según el secretario general de la ASIC, el hecho mismo de que el Estado sea el principal proveedor de fuentes de empleo en un sistema económico controlado por el poder político representa de por sí un grave peligro para los derechos de los trabajadores.  De tal forma, no solo son prohibidos los sindicatos independientes, sino también las opiniones críticas frente a las condicionantes de contratación y despido.

Que la CTC, única organización sindical permitida, responda al PCC contradice las normas internacionales de imparcialidad política y neutralidad. El régimen no ha legalizado ningún sindicato independiente ni en el sector más amplio de la economía nacional ni en la inversión extranjera y las medidas más restrictivas de la Ley de Asociaciones impiden totalmente esta posibilidad. El Convenio 87 de la OIT sobre la libertad sindical y el derecho de sindicación, contiene diversas disposiciones, entre ellas, el derecho de los sindicatos a tener personalidad jurídica. Esta es la primera violación con la que nos encontramos dentro de Cuba. El Comité de Libertad Sindical de la OIT le ha pedido en reiteradas ocasiones al régimen cubano que garantice el reconocimiento y el ejercicio de las actividades sindicales de conformidad con los principios de la libertad sindical.-expresó Hernández Carrillo.

De acuerdo a estos datos y criterios, la sindicalización de DOFLEINI no es real, puesto que sigue la lógica que conecta a la empresa con la CTC, la cual, a su vez, se conecta con el PCC.

Para este texto, YucaByte envió solicitudes de entrevista a Carlos Miguel Pérez Reyes, presidente de DOFLEINI, pero hasta el momento no ha recibido respuesta. 

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