Protesta 11J

Cuba: derechos digitales en crisis (23 – 30 de julio de 2021)

Protesta del 11 de julio en La Habana, Cuba. Foto: Sarah Marsh

A 20 días de las protestas populares del 11 de julio, la baja velocidad de conexión y la intermitencia de los datos móviles parece ir normalizándose en el país. Mientras tanto, cientos de cubanos y cubanas se encuentran en cárceles o cumpliendo prisión domiciliaria  por manifestarse pacíficamente.

Según pudo constatar YucaByte, la baja velocidad de conexión sigue afectando a buena parte del territorio nacional, aunque el problema no parece manifestarse de igual manera para todos, en especial para algunos artistas, activistas y periodistas independientes.

La artista Juliana Rabelo declaró que también durante esta última semana ha sufrido constantes problemas de conectividad.

Tengo buena cobertura telefónica, pero pésima conexión a internet. Es como tener 2G. He probado con otras líneas en mi teléfono, pero sucede lo mismo.- explicó Rabelo, quien dice tener los mismos problemas de conexión en lugares cerrados que en las calles.

También los activistas Osmani Pardo Guerra, Lázara Ayllón Reyes, Iris Ruiz, Amaury Pacheco y Adrián Rubio reportaron constantes “bajones de internet” durante toda la semana.

La periodista Camila Acosta, por su parte, reconoció tener mejor conectividad en estos últimos siete días que durante la semana anterior. Sin embargo, dijo que sigue sufriendo cortes de internet intermitentes. En una situación similar se encuentra el periodista Héctor Luis Valdés Cocho.

De manera general, periodistas, artistas y activistas relatan que la situación del internet en Cuba les impide usar de manera normal varios servicios de internet. El doctor y activista Alexander Pupo, por ejemplo, explicó a YucaByte que la baja velocidad de internet le impide subir y consumir videos, así como trasmitir en vivo en redes sociales.

Desde el 11 de julio hasta la pasada semana, la historiadora del arte y activista Carolina Barrero sufrió el corte de su línea telefónica. Esta semana le fueron restablecidos todos los servicios de telefonía, excepto el acceso a datos móviles.

Ya puedo hacer llamadas y enviar mensajes SMS. Lo que no tengo es datos móviles. Vivo anclada a teléfonos de personas cercanas. Desde el 11 de julio también tengo vigilancia policial. Agentes de la Seguridad del Estado han intentado chantajearme. Me han dicho que si quiero conectarme, que baje de mi casa a hablar con ellos. ¡Como si los datos móviles fueran negociables, como si fueran los dueños de ETECSA! Y yo me he negado. Es una situación difícil, porque vivo sola y estoy presa en mi casa y sin posibilidad de comunicarme de manera normal.– relató Barrero a YucaByte.

En una situación similar a la de Carolina Barrero se encuentra la periodista Iliana Hernández. En su caso, Hernández lleva varios meses sitiada por la policía política y con continuos cortes de telefonía móvil, al igual que tres de sus familiares que conviven en el mismo hogar.

YucaByte también pudo lograr contacto con el científico y activista Oscar Casanella, a quien le han cortado de manera arbitraria varias líneas telefónicas desde el 14 de abril. Su esposa, Eleanne Triff, desde esas fechas se mantiene sin servicio de datos móviles.

También el periodista independiente Abu Dunayah Tamayo se encuentra con todos sus servicios de telefonía móvil cortados desde hace más de un mes. Aunque ha buscado alternativas para poder acceder a internet, su conexión es extremadamente lenta.

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