Cine en Cuba: Golpes, mentiras y cintas de video

Ilustración: Alen Lauzán

¡Los cines de Cuba son para los revolucionarios! Para los que no son revolucionarios tenemos otro tipo de espacios como las prisiones o la sala de embarque del Aeropuerto Internacional “José Martí”.

Fernando Rojas, el viceministro de Cultura de Cuba, ha mostrado una vez más quién es él en sus redes sociales, que es donde se suelta y goza de verdad. 

En los minutos finales de la inculpación de Heberto Padilla, frente a los artistas e intelectuales, aparece un mastodonte violento y agarra el micrófono para dejar bien claro el punto de la Revolución, y san se acabó.

Desde hace 60 años siempre ha sido lo mismo. Los artistas, por un lado, tratando de sobrevivir, y, los abusadores, por el otro, con el palo y la violencia en sangre.

Fernando Rojas es un tipo violento, es un tipo feo; escribo de él y luego tengo que ir a lavarme las manos. Da asquito. No tiene problema en ofender a un Premio Nacional de Cine ni tampoco en decir que se va a parar en un parque solo a fajarse a los piñazos.

Fernando, tú no eres un tipo revolucionario ni un tipo valiente; todo el mundo sabe que detrás de ti está toda la Seguridad del Estado y unos cuantos militares más apoyando. Todo el mundo sabe que te tratan como al culo y no confían en ti para que seas ministro, pero así y todo te llaman para el trabajo sucio.

Fernando Rojas sabe mucho de cine, tiene una videoteca inmensa donde hay un montón de gente, artistas, consumiendo drogas o toqueteando a menores. Y por eso, Fernando, puedes maniobrar un poco: chantajeando vas ganando tus mini-batallitas.

Yo no la tengo cogida con Fernando ―ya dije que me da asquito―, pero es curioso cómo una serie de ministros de Cultura han pasado y él sigue ahí. Ministros de Cultura que le tenían y le tienen tremendo miedo. Fernando es un perro que si muerde te infecta; y no hay medicamento para esa pudrición.

Tanta gente buena mandando medicinas para Cuba y nadie le manda las pastillas de los nervios a Rojas. No es fácil.

A lo que voy: todo el mundo sabe que los segurosos, los que mandan en Cuba, son un asco, que están echando barriga y que, tratando de robarse el país, la han cagado y han acabado con el civismo y la humanidad de esa tierra.

¿Por qué entonces sigue el diálogo? Yo soy miedoso, yo entiendo de miedo… pero con no destacarse es suficiente. Con no ir a reunirse con ellos ya se tiene. 

Luego de que la asamblea pidió y pidió y se reunió e hizo videos y propaganda buena para hablar de libertad, ideas, creación… desde arriba, una vez más (como siempre) hacen lo que les da la gana. Un grupito pequeño se reúne con la gente que manda (que son unos desconocidos que vienen de la agricultura y no saben nada de cine) y todo el mundo contento. 

Los hombres de negro sacaron el aparatico y le borraron la mente a todo el mundo. Alexis Triana, nuevo cineasta mayor, ya dio la orden de combate: ¡Las bóvedas! ¡Hay mucho cine cubano por salvar! Cementerio mayor… Y los jóvenes cineastas que se vayan a poner copas al extranjero.

La reunión de Triana con “los cineastas” era el círculo de abuelos “Amiguitos del Moncada”… Una vez más la Revolución envejecida aferrada a los panes con pasta de la merienda; y los jóvenes a las cárceles, a la muerte del río Bravo.

Festival de Cine de La Habana del año 2023 y de nuevo una película cubana censurada. Esta vez le toca el turno a Llamadas desde Moscú, del joven realizador cubano Luis Alejandro Yero. Una película que se estrenó en el Festival de Cine de Berlín y que tiene muy buena pinta.

Un montón de cineastas cubanos y seguidores del cine se hacen eco de la injusticia y la expresan en sus redes sociales. Otro grupo de cineastas cubanos que sí van a poder exhibir sus obras en el Festival con alegría comparten las buenas nuevas personales.

Un grupito de extranjeros que han estudiado Cine en la Isla y que adoran los atardeceres tropicales y los mojitos están felices también de que sus obras se puedan mostrar en el Festival.

“El Festival tiene un encanto, es una maravilla, se pasa rico”, acaso dicen y siguen para adelante, sin ningún tipo de solidaridad con el censurado.

Me da tremendo dolor decirlo, pero me parece que el cubano desde hace mucho está tratando de masticar más de lo que le cabe en la boca. Por la falta de hierro en sangre ha perdido los dientes y aun así quiere seguir tratando de masticar más de lo que puede.

Un amigo de allá me escribe preocupado por Palestina, por la ultraderecha, por la inflación en Rumanía, por el problema de los niños chocolateros, por Ucrania, por cómo se está poniendo de mala la cosa en las calles de Madrid… Todo me parece muy bien. Positivo… Pero, ¿y tú pensamiento y accionar acorde con tu país? 

A un montón de gente le encanta llorar al censurado y seguir con su mojito en el Festival como si nada. ¿Qué vamos a hacer? ¿Perdernos el Coral? ¿Perdernos el coctel? 

La gente que escribe desde afuera son unos pagados por la CIA. La solución está en Fernando, en Triana y en esos que no tienen nombre y sí barriga. Vamos a tratar los temas de la censura y la falta de derechos desde adentro, desde el ICAIC, con el visto bueno de ellos, porque el mundo está muy mal y no podemos perder las cosas buenas que se han ganado en la Isla. 

Toda esta bobería y falta de solidaridad da ganas de decir Tenemos lo que nos merecemos”.

En este Festival el pueblo no va a poder ver el cine que quiera ver, va a ver el cine que Fernando Rojas y tres más que no saben nada de arte y sí mucho de calabozo van a dejar que se vea.

Como mismo no hay comida, ni medicinas, ni un carajo… el cine importa una mierda. Total, si en unos días ya nadie va a hablar de Llamadas desde Moscú y la ensalada fría de coditos que van a dar en la fiesta de inauguración va a estar riquísima.

Vergüenza de ser cubano, vergüenza de ser cineasta cubano, vergüenza del faro que ilumina Latinoamérica y nos trae gente de todas partes a celebrar su cine en nuestro patio.

Nos merecemos lo que tenemos. Nos robaron, nos golpearon, nos mandaron a callar y, si mañana nos piden ir a donar sangre para Chile, todos vamos contentos.

Solidarios. Santiago es Santiago. Raúl es Raúl. Fidel es Fidel.

Los otros, nosotros, somos los que no somos nada.

Nos merecemos lo que tenemos… ¡Buen Festival! 

Carlos Lechuga (1983) Director de cine y escritor. Dirigió Vicenta B., Generación, Santa y Andrés y Melaza.Escribió En brazos de la mujer casada y Ballena Tropical, su primera novela que verá la luz este 2023.
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3 pensamientos en “Cine en Cuba: Golpes, mentiras y cintas de video

  1. Qué bien escribes Carlos Lechuga. Qué bien expresas las ideas! Gracias.
    Es lo mismo que siento: vergüenza, mucha vergüenza de ser cubana. Gracias

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