Trump en Hialeah: MAGA, la devoción y el exilio cubano

Ilustración: Alejandro Cañer

HIALEAH.- Sharon Anderson viajó desde Tennessee hasta Florida para ver en vivo a Donald J. Trump durante el rally del miércoles 8 de noviembre. 

Originaria de South Alabama, Anderson forma parte de un grupo de simpatizantes del expresidente que asistieron no solo a Florida ni a Miami, sino a Hialeah, la “ciudad que progresa”, donde florecen las factorías “por culpa de (o gracias a) Fidel (Castro)”. 

Para Anderson, que sea Hialeah o Pecos Bill, el parque Milander o La Gran Manzana, no representa una diferencia. Anderson sigue a Trump prácticamente a donde este vaya. 

De Hialeah, no obstante, Anderson destaca que “todo el mundo ha sido muy amigable y acogedor, hay muchas personas locales y es maravilloso”.

 “Estoy aquí para apoyar al mejor presidente de la historia de este país”, afirmó. “Estoy muy preocupada por la administración Biden-Harris, y cada ciudadano debe estarlo. Biden está destruyendo este país; está destruyendo nuestra economía, nuestras fronteras y nuestro ejército. Y ha empezado a destruir a nuestras familias y las relaciones entre todos”, consideró.

El de este miércoles, aseguró, es el mitin número 46 de Donald Trump al que asiste y señala con orgullo a su acompañante, quien la supera en número y distancia: 69 rallies y muchas más millas recorridas, porque viene desde la lejana Alaska. 

No fueron  ellos los únicos que hicieron extensos trayectos para llegar. Las multitudes provenientes de distintas partes de Estados Unidos llenaron el icónico estadio Ted Hendricks, en Henry Milander Park, Hialeah, durante el rally en solitario del más popular de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca, según encuestas. 

La “ciudad que progresa” se convirtió en epicentro nacional por varias horas, a pesar de que en paralelo, en el propio condado de Miami-Dade, tuvo lugar el tercer debate entre candidatos republicanos. Y, por tercera vez, Trump decidió no asistir al intercambio con sus contrincantes. En este caso, de hecho, fue más lejos, al elegir un espacio para dirigirse directamente a su público mientras transcurría el debate no lejos de allí.

 

Trump en Hialeah. Fotos: Darcy Borrero.

Para un simpatizante neoyorquino, Trump demostró ser “inclusivo” al escoger Hialeah para su rally, y aclaró que el expresidente ha sido uno de los “grandes desarrolladores de la ciudad de Nueva York”, donde “ha trabajado con contratistas de muy diversas etnias”. 

“Él no hubiera podido desarrollar ninguno de sus grandes proyectos en Manhattan si hubiera mostrado un ápice de racismo.  Los medios ofrecen una visión distorsionada. Los distintos grupos étnicos trabajaron con él y construyeron NY con él. Cuando escucho que él es racista, yo me río; no lo conozco personalmente, pero sí conozco sus organizaciones y sé que son buenas personas”, señaló, y agregó que le gusta “que (Trump) sea inclusivo, que haya traído a todas esas comunidades que lo rodean: la hispana, la afroamericana, la blanca. No importa la etnia. Él trabaja por todos nosotros, como esperábamos que hiciera Joe Biden, que no lo hizo”.

DJ Mels, una joven cubanoamericana nacida en Hialeah, dijo sentirse encantada de que Trump eligiera su ciudad para el debate, y precisó: “Yo creo que es inteligente de su parte, porque la mayoría de los cubanos son republicanos, y deseamos ver su carrera a la presidencia”. 

Antes de que diera inicio el rally, un joven dibujante, Alexander Queen, señaló que “los puntos que todo el mundo quiere que toque son los precios de la gasolina, la guerra y lo que está pasando en Israel y Gaza, la situación de migración con las fronteras estando abiertas. Él lo que quiere parar es que posiblemente pase algo —una guerra— en EEUU, y creo que son temas que hoy específicamente va a mencionar ante la comunidad”.

Con independencia de los temas puntuales de su discurso, a muchos de los seguidores de Trump lo que les atrae es el cómo los aborda. Ni los cargos que pesan en su contra consiguen persuadir  a sus seguidores. 

Mientras el rally se preparaba, Donald Trump prestó testimonio en el juicio por fraude al que está siendo sometido, y que se ha reanudado con preguntas centradas en la valoración de sus propiedades. CNN reportó in situ desde la corte que podría estar en juego la carrera política de Trump, e incluso su libertad futura. 

“Trump no permitirá que lo dominen, que lo limiten las reglas o la práctica judicial. [El juez] Engoron está cada vez más furioso. Pero es por eso que los partidarios de Trump lo aman. Su desprecio por las reglas, la autoridad y las figuras del establishment son la llave de oro de su éxito político. Y es por eso que encabeza por millas las encuestas de la carrera presidencial republicana”, se lee, sin embargo, en el reporte.

La realidad es que, efectivamente, a pesar de enfrentar numerosos juicios y 91 cargos por presuntos delitos en relación con “pagos de dinero por silencio, mal manejo y obstrucción de documentos clasificados e interferencia electoral”, Trump lidera todas las encuestas para la nominación republicana a la presidencia por un margen cómodamente amplio. Y el apoyo expresado por miles en el estadio en Hialeah es muestra de ello.

“En este punto, la gente sabe lo que está pasando. Están tratando de quitarle todo lo que tiene y restarle poder, pero al final del día la verdad va a salir a la luz”, cree Alexander Queen.

Se vivieron en el rally  verdaderos momentos de fanatismo y furor popular ante las palabras del inquilino número 45 de la Casa Blanca, un hombre de negocios que prometió en 2016 que haría a Estados Unidos grande y fuerte otra vez. Siete años más tarde, tras una pandemia y en medio de crisis económica, inflación y guerras con alto costo humano, Trump  ha reiterado su lema “Make America Great Again” y enfatizado que, como el primer día,  “para nosotros es simple. América es lo primero. Nunca cesaremos de luchar por el país que amamos”.

Entre sus frases más ovacionadas en Hialeah, podrían citarse “La República bananera de Joe Biden acaba en 2024” o “Nadie hizo más por los estadounidenses que aman a Cuba que un caballero llamado Donald Trump cuando era presidente”.

Otro de los momentos más enardecidos de la noche tuvo lugar cuando los presentes se unieron en oración para que “el comunismo nunca se apodere de los Estados Unidos”.

Más allá de los seguidores de Trump que viajaron desde distintos estados del país para mostrarle su apoyo, para los habitantes de Hialeah era sumamente importante saber cuáles serían sus mensajes rumbo a las presidenciales de 2024, en contraste con el debate oficial republicano. No sería descabellado afirmar que quedaron rendidos ante el expresidente. 

El debate paralelo

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y Nikki Haley, exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, iniciaron su participación en el tercer debate republicano celebrado en Miami con críticas a Donald Trump, de quien afirmaron que “no es el presidente que el país necesita ahora”. 

“Donald Trump es un tipo muy diferente al que era en 2016”, expresó DeSantis, en alusión a la primera campaña presidencial de Trump,a quien acusó de ser responsable de los resultados negativos para los republicanos en la jornada electoral del martes.

Por su parte, Trump tampoco desaprovechó la oportunidad para criticar a DeSantis, su más cercano rival por la nominación republicana, en Florida, su propia casa: “El 61 por ciento de apoyo a su presidente favorito, yo, y el 10 por ciento para Ron”, afirmó entre risas, y añadió: “Ahora mismo tienen un debate en televisión nacional y nadie lo está viendo, porque miles están aquí”.

Con relación a Biden, Trump afirmó que su problema “no es la edad, sino la incompetencia”, lo mismo hoy que “25 años atrás”. 

 

 

Los oradores invitados 

Organizado de manera tal que ninguna presentación decayera en fuerza ni ovaciones, el mitin incluyó a varios exponentes de música anglosajona, que aderezaron los momentos de pausa entre un orador y el siguiente.

A ritmo de “We Will Rock You”, de la célebre banda Queen, aparecieron sucesivamente en el estrado  personalidades de muy distinta procedencia que coinciden en opinar que “Trump debería regresar a la presidencia de EEUU”.

  • El comisionado de Miami Dade Kevin Cabrera expresó como “un privilegio darle la bienvenida al presidente Trump a la ciudad que progresa”, mientras se leía en pantalla “Trump, Florida es tu país”.
  • Esteban Bovo, alcalde de Hialeah, bautizó la ciudad como la capital del anticomunismo. Sobre la gestión de Trump, afirmó: “Nunca antes he visto a un presidente que haya hecho exactamente lo que dijo que iba a hacer. Ese es Donald Trump (…) en esta misma fecha, el año que viene, América será grande otra vez”.
  • Donald Trump Jr., hijo del expresidente, comenzó preguntando: “¿Qué piensan ustedes del mundo de hoy?”. El público respondió con abucheos a Biden y a su gestión, mientras Trump Jr. describía: “Riesgos de una guerra mundial, crisis económica profunda, inflación… y todo ha pasado por las ridículas decisiones de Joe Biden”.
  • El excampeón de UFC Jorge Masvidal recibió a la audiencia con un coloquial “Qué bolá”, y señaló que «No solo Estados Unidos, que está en guerra y destruyéndose, necesita a Trump”, sino el mundo entero y, sobre todo, los países del hemisferio occidental y los regímenes autoritarios de la región.
  • El empresario Máximo Álvarez, a cargo de las gasolineras Sunshine, expresó: “Solo buscamos una cosa: el sueño americano. Necesitamos ver los hechos: tenemos que luchar por el presidente que nos ayudará a recuperarlo. Él lo pudo lograr por ser un maravilloso hombre de negocios, capaz de revitalizar la economía. El comunismo no se puede permitir. Comunismo significa destrucción, y eso lo saben las personas de Cuba, Venezuela, Nicaragua y todos los [países] que han sufrido ese flagelo”.
  • La comediante Roseanne Barr comenzó su discurso con energía desbordada: “Nos han robado este país”, y posteriormente hizo referencia a “cómo todo empezó con Obama, cuando Biden era el segundo al mando en la Casa Blanca”.
  • Sarah Sanders, gobernadora de Arkansas, declaró haber “ participado en muchos rallies del expresidente”, pero “el de Hialeah es uno de los mejores porque esta es tierra de Trump (…) y nunca el mundo ha necesitado a Trump como ahora”.
Temas clave
  • Entre los temas que centraron el discurso de Donald Trump estuvieron la migración, la crisis económica, las guerras, y la necesidad de recuperación del país tras la gestión de la actual administración demócrata, así como la lucha contra el comunismo.
  • En cuanto a la migración, Trump aseguró que la inseguridad fronteriza y los números exorbitantes de personas indocumentadas dan cuenta no solo de una crisis, sino de un fenómeno que calificó como “literalmente”, una invasión: “EEUU está siendo invadido. Cuando salga electo, vamos a acabar con la política fallida de fronteras abiertas”, aseguró.
  • Para cerrar el debate, y con respecto a uno de los momentos más polémicos que atraviesa al estar involucrado en varios procesos judiciales, el candidato republicano favorito consideró que estos persiguen el objetivo de dañar su imagen. 
  • “Pero ahora los números en mi favor son más altos de lo que podíamos imaginar, sobre todo en estados clave”, declaró, en alusión a los resultados de las encuestas más recientes. “Hoy, nadie en el mundo respeta a EEUU ni a su presidente. Me respetan a mí”.

 

Durante una rara ocasión en la que se habló más inglés que español en Hialeah, el discurso de Trump sorteó los estereotipos del pasado para conquistar a un público más amplio. El líder, antes tildado de misógino y antiinmigrantes, se dirigió a una comunidad de inmigrantes (hispanos y sobre todo cubanos) y presentó a varias mujeres que contribuirían a su proyecto mesiánico de “America Great”. Todo ello en un contexto en el que predominaron fanatismo y fe en el hombre de negocios devenido político que no ha dejado de ser polémico y desafía hasta a su propio partido con la idea de que, sin él, el debate no existe. Cuatro años después, persiste la fe que llevó al Capitolio a muchos de sus votantes, en un episodio que estremeció los cimientos de la democracia estadounidense, que se sostiene en la alternancia política.

Palma Soriano, Cuba (1993). Periodista por cuenta propia con fugas frecuentes hacia la poesía. Autora de los libros Eduardo Heras: los pasos, el fuego, la vida (Letras Cubanas, 2018) y Mestiza (CAAW, Estados Unidos). Egresada de la Universidad de La Habana e integrante de la Red Latam de Jóvenes Periodistas. Ha publicado en Distintas Latitudes, HuffPost, Clarín, El Estornudo, Hypermedia Magazine, pero la mayoría de sus textos están en Eltoque y Tremenda Nota. Escribe, luego existe. --
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