Ilustración: Alejandro Cañer
Cuando el reportero independiente y activista Luis Ángel Cuza Alfonso salió de la cárcel habanera Combinado del Este, el 3 de mayo pasado, recibió una amenaza premonitoria por parte de un agente de la policía política: “A la mínima que hagas, vas a regresar a la misma cama que dejas aquí”.
No se llegaron a cumplir ni tres meses para que la amenaza del represor se hiciera realidad. El 25 de julio, al salir de casa de su madre en el municipio Playa, Cuza Alfonso fue interceptado por una patrulla y llevado al VIVAC, una cárcel en las afueras de la capital adonde el régimen traslada a aquellas personas que esperan ser instruidas de cargos.
“Lo acusan primeramente del supuesto delito de ‘terrorismo’, solo por llevar una bala, un objeto que él siempre lleva como amuleto hace muchísimos años porque para nosotros tiene un significado religioso. Es increíble cómo inventan delitos los agentes de la Seguridad del Estado”, señala a YucaByte Ana Castillo, la madre de su hija.
La acusación por ese delito no duró mucho y se la cambiaron a “tenencia ilegal de armas y explosivos”, por el cual presuntamente será procesado. Una semana después de su llegada al VIVAC, Cuza Alfonso fue trasladado al Combinado del Este, centro penitenciario en el que se encuentran todos los convictos con sentencia firme.
En el lapso de tiempo que fue libre, el acoso de la Seguridad del Estado contra Cuza Alfonso no mermó ni un instante. El activista estuvo sitiado en varias ocasiones, especialmente el 11 de julio y los días previos, para impedirle realizar cualquier acción simbólica en recordación al cuarto aniversario de las históricas protestas que sacudieron a todo el país en el verano de 2021.
La represión sistemática contra Cuza Alfonso ha sido denunciada por la activista exiliada Anamely Ramos, como miembro del Observatorio de Derechos Culturales (ODC): “Lamentamos profundamente que el artista independiente y reportero Ángel Cuza Alfonso esté atravesando este nuevo proceso violatorio de sus más elementales derechos y que su caso se sume a la nueva escalada represiva que vive la sociedad cubana. Nosotros lo hemos acompañado desde que estaba en prisión e hicimos un perfil a finales de 2024, cuando pasó casi un mes de castigo en una celda de castigo”, comentó a YucaByte Ramos, a nombre del ODC .
“Ángel es un hombre muy valiente y humano, por eso le temen y quieren volver a encerrarlo, usando la excusa absurda de la supuesta peligrosidad de la pequeña bala que portaba como resguardo”, finalizó.
Tampoco el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede en Madrid, ha pasado por alto la represión sistemática contra este cubano. El director de Estrategias de la ONG, Yaxys Cires Dib, dijo a YucaByte que la última detención de Cuba tuvo lugar “sin fundamento jurídico ni indicios de delito”. “Por ello afirmamos con rotundidad que constituye una flagrante violación de sus derechos humanos, claramente orientada a intimidar y neutralizar su activismo pacífico y labor como comunicador. Además, constituye una violación abierta de los principios más elementales del derecho penal, incluso dentro del poco garantista marco normativo cubano”, agregó Cires Dib.
Este 6 de agosto, Cuza Alfonso pudo enviar desde la cárcel una carta en la que afirma encontrarse firme, relativamente bien, a pesar de las difíciles condiciones carcelarias. En la misiva, añade que le han violado todos su derechos y que su “cuerpo y alma, aunque están encerrados, siempre estarán en cada protesta de los cubanos”. Finaliza la carta con la idea de que está dispuesto a realizar una huelga de hambre para exigir su libertad.
Pero, ¿qué había hecho este reportero independiente en los apenas 81 días que estuvo en libertad?
Aun cuando no colaboró con ningún medio independiente (con anterioridad lo había hecho con CubaNet y ADN CUBA), en su perfil de Facebook Cuza no dejó de publicar videos y fotos en los que reflejaba la creciente depauperación de las calles habaneras. En sus publicaciones, exponía imágenes de personas mayores buscando comida en la basura y de personas bajo los efectos de la popular droga conocida como “el químico”.
YucaByte envió una solicitud de comentarios, vía correo electrónico, a la Fiscalía Provincial de La Habana, pero no obtuvo respuesta.
¿Quién es Luis Ángel Cuza Alfonso?
Nacido en La Habana en 1986, Cuza Alfonso comenzó a ganarse la vida desde muy joven como DJ en fiestas privadas. El reggae y la música underground son su pasión: a través de esos géneros ha canalizado su desacuerdo con las políticas culturales del régimen. Con el tiempo, Cuza Alfonso pasó de ser un crítico de las instituciones culturales oficiales a cuestionar directamente al régimen y su sistema político.
Sin dudas, el evento que cambió la vida del activista fue la sentada pacífica que protagonizó junto a casi una decena de cubanos en el parque de la esquina habanera de Obispo y Aguacate, el 30 de abril de 2021. Los manifestantes reclamaban poder ver a Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro, quien realizaba una huelga de hambre en su casa, a pocas cuadras del lugar de la protesta.
No pasaron muchos minutos para que fueran cercados por la Policía. La protesta fue transmitida en directo a través de Facebook por Mary Karla Arés, una de las participantes. Todos terminaron en oscuros calabozos en diferentes estaciones de Policía. Cuza Alfonso estuvo ocho meses tras las rejas por el presunto delito de “desórdenes públicos” y fue uno de los últimos en ser liberado, en enero de 2022.
Poco tiempo después, el artista y comunicador aprovechó una casualidad: se encontraba en las cercanías del Hotel Saratoga, en pleno corazón de La Habana Vieja, cuando la instalación turística estalló debido a una explosión interna, y transmitió en directo los primeros efectos del lamentable siniestro. Su transmisión se hizo viral y fue compartida por muchos medios independientes y usuarios en redes sociales.
La directa en Facebook no pasó inadvertida para la policía política, que detuvo a Cuza Alfonso pocas horas después de ocurrido el desastre y lo mantuvo tras las rejas por poco más de 72 horas.
“Después de la explosión estaba en casa del [activista] Pedro Quiala esperando llamadas de los canales [televisoras extranjeras] y allí me detuvieron”, dijo al medio CubaNet luego de ser liberado, el 10 de mayo de aquel año.
Cuza Alfonso contó que los agentes le habían comentado que no estaba detenido por esa transmisión, sino por otra, pero él asegura que no había realizado ninguna otra transmisión en vivo en días anteriores.
El Centro de Asesoría Legal Cubalex ha contabilizado al menos 10 detenciones al artista independiente solo entre enero de 2022 y noviembre de 2023.
En ese último mes, nuevamente fue encarcelado: pasó un año y medio en prisión por participar en un altercado en una cola para comprar pollo, ocurrido en Centro Habana. El supuesto delito sería el mismo que las veces anteriores: “desórdenes públicos”, una figura legal muy usada por el régimen para penalizar cualquier expresión de descontento en la vía pública.
Ese encarcelamiento provocó el rechazo público de diversas organizaciones y medios de prensa independientes, entre los que se halla YucaByte. En un comunicado conjunto, expresaron:
“La condena contra Ángel Cuza y otros dos activistas ocurrió en los días previos al Examen Periódico Universal en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en el que varios países destacaron la urgencia en la atención a las garantías de respeto a la libertad de expresión y manifestación en Cuba, así como el cese de la persecución a activistas, periodistas y artistas.
“Los medios, periodistas y organizaciones firmantes exigimos al Gobierno cubano la inmediata liberación de Luis Ángel Cuza Alfonso, dado que la motivación para sentenciarlo y mantenerlo en prisión es exclusivamente política”, dice un fragmento de esta declaración, hecha pública en enero del pasado año.
“Para mí, ellos [los agentes de la Seguridad del Estado] se quedaron muy molestos porque no pudieron arrestarlo el 11 de julio de este año [2025]. Ese día querían entrar a su casa a la fuerza y llevárselo. Él no salió y ofreció toda la resistencia que pudo. Aprovecharon entonces en vísperas de la fecha del 26 de julio para arrestarlo cuando fue a visitar a su madre”, cuenta Ana Castillo, la persona más cercana al activista.
Lo cierto es que desde el 30 de abril de 2021, Luis Ángel Cuza Alfonso ha sido una de las voces que, el aparato represivo del régimen cubano ha buscado silenciar con cárcel, detenciones y multas.
La represión del régimen contra aquellos cubanos que muestran su descontento en redes sociales se ha redoblado en los últimos cinco años, al mismo tiempo que la situación socioeconómica se ha deteriorado de manera acelerada y los cubanos han ganado mayor acceso a internet.
Algunos de los casos más relevantes es el de la influencer Sulmira Martínez, de apenas 23 años de edad, a la cual el régimen pide 10 años de cárcel por pedir en sus redes sociales otra protesta similar a la del 11 de julio de 2021. Otro es el de Migdel Martínez del Toro, de 33 años, quien cumple una sanción privativa de libertad de siete años por sus publicaciones críticas en Facebook.
Las represalias adquieren, en ocasiones, un carácter inverosímil, como la impuesta al activista José Manuel Barreiro Rouco, quien espera en reclusión domiciliaria por el fallo de un tribunal en Cienfuegos. La Fiscalía pidió dos años y medio de cárcel a este opositor solo por compartir memes críticos contra Fidel Castro y Miguel Díaz-Canel en un grupo privado de WhatsApp.