Ulyk Anello: “No pensé en el miedo, pensé en mis hijos”

Ilustración: Carmen Barruecos.

En 2006, la Televisión Cubana transmitió las aventuras El guardián de la piedra, una obra escrita y dirigida por José Víctor Herrera. Por aquel entonces yo tenía unos 11 años, consumía de manera ávida todos los dramatizados que pasaban en la Televisión y me detenía cuidadosamente a leer los nombres de todos los involucrados en las producciones, desde actores hasta equipo técnico. Fue en ese momento que vi su nombre por primera vez: Ulyk Anello, el cual me sigue pareciendo poco común y bastante llamativo. No sabía quién era, solo sabía que era uno de los actores de la trama, pero en ese momento no lograba identificarlo. 

Pasó un tiempo hasta que pude ponerle rostro al actor del nombre raro. Fue cuando transmitieron la telenovela Historias de fuego que finalmente logré identificarlo. Para ese entonces Ulyk ya estaba posicionado como uno de los actores más populares y queridos de Cuba. Recuerdo su participación en otras aventuras, filmes para la televisión y en telenovelas como Bajo el mismo sol. También tuvo participaciones en películas como El Benny o Juan de los Muertos. Su temple y presencia para abordar cualquier personaje siempre me llamaron mucho la atención. Me hubiese encantado verlo actuar en teatro. 

Hace unos meses, el actor fue centro de atención, cuando publicó en sus redes sociales un video en el que exigía la renuncia del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel. Esto sucedió unas semanas antes de la fecha prevista para el estreno de la telenovela Asuntos pendientes, donde Ulyk interpreta a Cosme, uno de los personajes principales. Al poco tiempo, salió de Cuba y llegó a Miami. El estreno de la telenovela fue retrasado por razones que nunca fueron informadas por la Televisión Cubana, y las redes sociales se llenaron de comentarios que señalaban la partida de Ulyk como motivo de dicho retraso, aunque el rumor nunca se confirmó. 

A casi un año de su llegada a Miami, Ulyk me permite conocerlo más mediante la entrevista que sigue.

―¿Quién es Ulyk Anello?

―Ulyk Anello es un cubanazo habanero nacido el 7 de diciembre de 1970.

―Me da mucha curiosidad conocer el origen de tu nombre… ¿me cuentas de dónde viene?

―Bueno… Te cuento que mi nombre salió de una historia muy bonita [de una novela en dos tomos escrita por el escritor suizo Hans Ruesch]. El primer tomo se llama El país de las sombras largas; el segundo tomo se llama Regreso al país de las sombras largas. Es una historia de una familia de esquimales donde había dos hermanos: Ululik e Ivalu. Mi madre tomó Ululik, lo acortó y de ahí salió mi nombre.  

―Recientemente te hemos visto en la telenovela cubana Asuntos pendientes donde interpretas a Cosme, un personaje antagónico en la trama. ¿Qué le enseñó Cosme a Ulyk?

―A ver, en este caso tanto como enseñarme… Me ratificó que los hijos uno no los cría para uno, o que no debe.

 ―Ulyk, tú has tenido una amplia carrera en la Televisión Cubana. ¿Cómo es la experiencia de hacer televisión en Cuba en estos tiempos? 

―Mira, allá [en Cuba] existen y se usan las categorías [evaluación otorgada a actores y otros artistas]. Si para una primera figura es difícil, imagínate tú para un principiante. Para ellos [los funcionarios y burócratas de la Televisión Cubana] los actores somos unos malcriados, locos, bipolares, que nos creemos no sé cuánta cantidad de cosas, en fin… ellos no acaban de entender que el actor necesita un tratamiento diferenciado, porque el actor juega con muchas sensaciones, el actor sufre un desgaste doble, imagínate, por lo bajito, que casi que obligan al actor, después de estar toda una jornada de 12 horas grabando, en la piel de una persona que no eres tú, a montarse en una guagua y darle la vuelta a La Habana, cuando el actor lo que necesita es tiempo real de descanso, de relajar toda la tensión del día para estudiar lo del próximo. De la alimentación  mejor ni te cuento; tienes que ocuparte de llevar tu macheo [vestuario, maquillaje y otros elementos del personaje interpretado en una escena específica], porque muchas veces los especialistas no están en lo que deben. En fin, realmente es muy difícil, podríamos estar hablando horas del tema.

―El año pasado se hizo viral un video tuyo desde Cuba en el que cuestionas directamente a Díaz-Canel y expresas tu inconformidad por la falta de electricidad. ¿En algún momento pensaste en las consecuencias que podía traer aquello, o tuviste miedo de ser tan frontal a través de tu cuenta de Instagram?

―En el momento en que hice la directa, honestamente, no tuve conciencia de las consecuencias que me podía traer a mí y a mi familia. El miedo siempre está, hemos estado muchos años reprimidos y todos sabemos las consecuencias de algo de esa magnitud, pero no me importó. No pensé en el miedo, pensé en mis hijos.

―Al poco tiempo supimos por las redes sociales que habías llegado a Miami. ¿Te atreverías a contarme un poco cómo fue tu salida de Cuba y cómo viviste esa experiencia? 

―Aunque a mí me parecía impensable, hay dos personas a las que les estaré eternamente agradecido. Bueno, en honor a la verdad hay muchas personas a las que de alguna manera les debo el que hoy yo esté en este país, enfocado en traer a mi familia y empezar una nueva vida. 

El día de la directa, después de haber colgado y haber caído en tierra firme y decirme “¿qué hice?” ―como si se rebobinara todo lo que hice, todo lo que dije―, me dije: “Ahora que salga el Sol por donde salga”. Me empezaron a entrar mensajes de personas de aquí [de Miami] para entrevistas, también me llamaron dos veces de una supuesta productora del Centro de Teatro de La Habana para pasarme la mano, por decirlo de alguna manera. Para no hacerte el cuento largo, la tercera y última llamada fue directamente del director del Centro de Teatro, para pedirme que quitara los videos. En un momento tarde del día, las dos personas que te comentaba al principio, y perdona, pero por ética y respeto no debo decir sus nombres, me llamaron para decirme que al otro día en la mañana saldría de Cuba en el primer vuelo a Cancún. 

La otra odisea fue al otro día. Me pidieron mis amigos ―además esa era mi intención― mantener un perfil bajo siempre que fuera posible. Por problemas de conexión mi vuelo no salió en hora, así que mientras más tiempo pasaba más personas me veían en el aeropuerto, hasta que llegué a la casa donde iba a estar por unas horas [en México]. Ahí comencé una travesía hasta Reinosa, donde estuve en casa de un amigo como por 15 días ―la espera más larga de mi vida.. Luego, de alguna manera desperté y las cosas se fueron dando solas, hasta que crucé [la frontera entre México y Estados Unidos] por Yuma [ciudad en Arizona], dos días preso, y el 19 de octubre de 2022 estaba aterrizando en Miami. 

―Al llegar a Miami, ¿qué fue lo que más te sorprendió? Eso que nunca imaginaste que fuera como te habían contado en Cuba.

―Lo pendiente que viven ciertas personas de los demás. Como en otras muchas ciudades hay espacios muy lindos, y otros lugares más feos, decadentes, en fin… Yo he tenido la suerte de estar en varios lugares en el mundo y nunca llegué con una expectativa a Miami; de alguna manera ya mi cerebro captó que había un cambio y llegué a experimentar todo por mis ojos y hasta ahora no me desagrada la ciudad, me desagradan otras cosas.

―¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de Miami?

―Lo que menos me gusta de Miami es la política que se está llevando para los cubanos, la desunión que existe y que cada día coge más fuerza entre nosotros. Todavía no sé qué es lo que más me gusta de Miami, me gustan muchas cosas. [Risas].

―¿Y lo que más y lo que menos extrañas de Cuba?

―Lo que más extraño de Cuba es mi familia, mis hijos, mi esposa y mi madre. No me he puesto a pensar en lo que menos extraño porque pienso que una persona no puede tener su pensamiento en dos lugares, y si estoy aquí, tratando de echar para adelante, no me puedo dar el lujo de estar pensando en algo que no estoy viviendo, no sé si me explico. Yo solamente pienso en mis hijos, dentro de lo posible trato de estar presente y que ellos no pierdan la comunicación, y enfocado en salir adelante.

―¿Cuál ha sido (o es) el reto más grande que has vivido como inmigrante en Miami?

―El idioma y la burocracia.

―Actualmente, ¿a qué se dedica Ulyk?

―Actualmente trabajo como hoseman en un hotel (*) y estoy empezando trabajos de mesa para montar una obra de teatro; todavía no puedo adelantar nada, pero ya iré informando por mis redes. Y también estoy en espera de proyectos que ya me han comentado, pero a la espera. Esperando que me llegue mi licencia [de conducir] y mi permiso de trabajo para buscar algo mejor; pretendo estudiar también.

―Las preguntas personales de Hansel:

Una película: Farinelli: Il Castrato. 

Una canción: Foto de familia, de Carlos Varela.

Un libro: Viaje a La Habana, de Reinaldo Arenas.

Una ciudad: Madrid.

Un olor: Lowe, perfume.

Un sabor: Queso parmesano.

Una persona: Mi esposa.

Una red social: Instagram.

Un sueño: Un mejor futuro para mis hijos.

―Un mensaje a los cubanos de la Isla: A todos los cubanos que sigan la lucha por acabar con la dictadura Castro-Canel.

 

(*) En la fecha de publicación de esta entrevista, Ulyk confirmó que estaba trabajando en un frigorífico de comida.

Hansel Porras García (n. 1994) es un actor, escritor y cineasta queer cubano radicado en Miami. Sus obras exploran la multiculturalidad de la comunidad hispana de Miami, centrándose en la diáspora cubana y examinando temas como la inmigración, la familia y la identidad.
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