El régimen cubano busca captar divisas a través de ETECSA con nuevas tarifas en dólares y servicios como el pago de roaming. Desde 2012, las recargas internacionales han sido una fuente clave de ingresos, pero investigaciones revelan que, pese a generar más de 21.000 millones de dólares entre 2005 y 2019, solo una mínima parte se invirtió en mejorar la infraestructura tecnológica. Redes empresariales vinculadas al poder han desviado estos fondos, perpetuando la precariedad de las telecomunicaciones en Cuba.